EUROPA
PRESS
14 febrero
2018
¿Por
qué las personas con obesidad queman menos calorías?
¿Alguna vez te has preguntado por qué
los cuerpos obesos queman menos calorías o por qué con frecuencia la dieta
lleva a un estancamiento en la pérdida de peso? En ambos casos, el cuerpo está
tratando de defender su peso regulando el gasto de energía; pero hasta ahora se
desconocía cómo sucedía.
"Los cuerpos humanos son muy eficientes en el
almacenamiento de energía cuando se reprime el gasto de energía para conservarla
para más adelante cuando se necesite", explica el científico Alan Saltiel,
director del Instituto de Metabolismo de la Universidad de California en San
Diego, Estados Unidos. "Esta es la manera que tiene la naturaleza de
garantizar que sobrevivas si llega una hambruna", añade.
En una publicación en la edición de este jueves de la
revista 'Cell', investigadores de la Universidad de California en San Diego,
Estados Unidos, han identificado la enzima TANK-binding kinase 1 (TBK1) como un
actor clave en el control del gasto de energía, o las calorías quemadas,
durante la obesidad y el ayuno.
"Hay dos observaciones importantes que hemos
relacionado con la desaceleración del metabolismo en la obesidad y el ayuno
--apunta Saltiel--. Descubrimos dos nuevos bucles de retroalimentación que se
entrelazan para autorregular el sistema. Hay que pensar, por ejemplo, en el
termostato de casa, que detecta el cambio de temperatura para apagar y encender
el calor".
Utilizando modelos de ratón, los científicos observaron el primer
ciclo: el estrés crónico provocado por la obesidad causa inflamación a través
de la activación de la vía NFKB, que induce genes asociados con la inflamación
y la obesidad, incluido TBK1. Cuando TBK1 se activa, apaga AMPK, uno de los
principales reguladores del gasto de energía, lo que reduce la capacidad de las
células para quemar calorías y almacenar grasa. Éste es el mecanismo por el
cual la obesidad reduce el gasto de energía.
Como resultado, la enzima AMPK también detecta cambios en
los niveles de energía durante el ayuno y aumenta el gasto instruyendo a las
células, especialmente a los adipocitos (células grasas), a quemar grasa como
fuente de energía. Pero, cuando el ayuno activa AMPK inicia TBK1, que
finalmente inhibe el papel de AMPK en la quema de grasa.
Un circuito de
retroalimentación que bloquea el gasto de energía
"Este circuito de retroalimentación bloquea el gasto de
energía a través de la inflamación y el ayuno --subraya Saltiel--. El gasto de
energía se restauró cuando eliminamos TBK1 de ratones con células grasas. Pero
ocurrió algo más que nos sorprendió: hubo un aumento de la inflamación".
TBK1 está involucrado en un segundo ciclo de
retroalimentación: mientras que NKFB induce TBK1, TBK1 da la vuelta e inhibe
NFKB. La activación de TBK1 normalmente reduce la inflamación, sin eliminarla
por completo, lo que hace que sea de bajo grado. Sin TBK1, la inflamación
aumenta. La eliminación de TBK1 en ratones obesos resultó en pérdida de peso e
incremento de la inflamación, pero en ratones de peso normal no hubo cambios.
Esto también explica cómo la restricción de calorías puede reducir la
inflamación.
"La inhibición de TBK1 tiene el potencial de
restablecer el equilibrio energético en estados de obesidad al aumentar la
capacidad de quemar un poco de grasa --dice Saltiel--. Probablemente, esta no
sea la única vía que representa el gasto de energía en ayuno u obesidad, pero
esta información proporciona una nueva perspectiva sobre cómo podemos
desarrollar medicamentos que inhiban TBK1 u otras enzimas involucradas en el
metabolismo".
Un posible inhibidor de TBK1 se llama amlexanox, un fármaco
antiinflamatorio y antialérgico utilizado para tratar el asma que se desarrolló
en la década de 1980 en Japón. En un artículo publicado en 'Cell Metabolism' el
año pasado, Saltiel y su equipo informaron de una reducción clínicamente
significativa en la glucosa sanguínea durante un ensayo clínico aleatorizado,
doble ciego, controlado con placebo de un subconjunto de pacientes con diabetes
tipo 2 que usaron amlexanox durante 12 semanas.
En un trabajo previo, Saltiel y sus colegas informaron que
cuando se induce TBK1 en ratones obesos causaba una caída en el gasto de
energía o una reducción en las calorías quemadas. Darle amlexanox a roedores
obesos les hizo perder peso, mientras que su sensibilidad a la insulina
aumentó, mejorando su diabetes y la enfermedad del hígado graso. El documento
actual revela por qué amlexanox puede haber sido eficaz.
"Puede ser que si modificamos esta vía volveremos a
acelerar el metabolismo para mejorar el gasto de energía --plantea Saltiel--.
Creo que probablemente aún haya que hacer ambas cosas: reducir la ingesta de
energía a través de la dieta y aumentar el gasto energético al bloquear esta
reducción compensatoria en la quema de calorías. Sabemos que las dietas por sí
solas no funcionan y ésta es la razón".